Fortaleciendo el rol de la mujer científica en América Latina
Fecha:
23/05/2018 - 10:52am
El pasado 17 y 18 de mayo se dieron cita en la ciudad de Bogotá representantes oficiales de los organismos nacionales de ciencia y tecnología de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México y Uruguay con un grupo de mujeres científicas e investigadoras de ocho países de la región con el objetivo de intercambiar conocimientos y experiencias en el marco del taller "Hacia el fomento de la participación de la mujer en la investigación científica en América Latina" organizado por Colciencias y el International Development Research Centre de Canadá, con el apoyo del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología. El evento contó también con la participación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización de Estados Americanos, y el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina.
Durante los dos días de fructífero diálogo se realizó un balance sobre la situación de la mujer en la investigación científica en América Latina a partir de las estadísticas, indicadores, estudios y diagnósticos existentes; se compartieron diferentes experiencias que desde los gobiernos u otros escenarios han sido exitosas para incentivar la participación de las mujeres y cerrar brechas en la investigación y en el trabajo científico, incluyendo aquellas experiencias de fomento de la ciencia en niñas y jóvenes; y se conocieron planes, programas y proyectos de política pública para incentivar y fortalecer dicha participación.
Los indicadores presentados en el taller revelaron un aumento de la participación de la mujer en la investigación en América Latina; de hecho, el 45% de las investigaciones en este continente están a cargo de mujeres; sin embargo, pese al progreso, las brechas siguen estando presentes y se evidencian notoriamente en áreas como las ciencias exactas, ingenierías y computación.
Así mismo, los datos indicaron una exclusión horizontal por la baja representación del género en algunas áreas del conocimiento, y una exclusión vertical, por la sub-representación en las categorías de investigación más altas o en puestos de poder. En esto último se evidencian, por ejemplo, las barreras para la promoción laboral que impiden que mujeres muy preparadas no sean contratadas o sean mal contratadas a causa de los sesgos de género. Adicionalmente, a esto se suma su baja presencia en el sector empresarial. Al respecto, Mateo Grazzi, Especialista en la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, señaló como esta situación genera costos económicos para un país y asegura que las empresas que tienen mayor equidad de género tienen mejores resultados; de igual manera, si los países le apuntan a la paridad en altos grados académicos, la producción científica aumentaría.
Ante la situación presentada, los participantes resaltaron la importancia de incorporar la perspectiva de género en las políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación o de impulsar leyes y políticas públicas sobre equidad de género que contemplan instrumentos de la CTI; destacaron acciones efectivas a desarrollar a corto y mediano plazo como la divulgación de los casos de mujeres investigadoras para impulsar la vocación científica en niñas y jóvenes, la visibilización de experiencias desde la academia y la sociedad civil y medidas como convocatorias, instrumentos o conmemoraciones dirigidas a impulsar la inclusión de la mujer científica e investigadora.
Todo lo anterior, debe ir de la mano de diagnósticos apropiados para la elaboración de instrumentos que apunten a las necesidades identificadas, bajo un enfoque de derechos humanos y que además sirvan para sensibilizar a los hacedores de política pública y replicar las buenas prácticas.
Para Colciencias, la generación de espacios como este, en donde el conocimiento y la experiencia son protagonistas, sirven para reafirmar que la equidad en la investigación es necesaria no solo por una cuestión de justicia y de dignidad humana, sino también porque es más eficiente en términos económicos, mejora la calidad de las investigaciones y el desempeño de los sistemas de ciencia, tecnología e innovación y en consecuencia es una oportunidad para avanzar hacia el desarrollo sostenible.
Durante los dos días de fructífero diálogo se realizó un balance sobre la situación de la mujer en la investigación científica en América Latina a partir de las estadísticas, indicadores, estudios y diagnósticos existentes; se compartieron diferentes experiencias que desde los gobiernos u otros escenarios han sido exitosas para incentivar la participación de las mujeres y cerrar brechas en la investigación y en el trabajo científico, incluyendo aquellas experiencias de fomento de la ciencia en niñas y jóvenes; y se conocieron planes, programas y proyectos de política pública para incentivar y fortalecer dicha participación.
Los indicadores presentados en el taller revelaron un aumento de la participación de la mujer en la investigación en América Latina; de hecho, el 45% de las investigaciones en este continente están a cargo de mujeres; sin embargo, pese al progreso, las brechas siguen estando presentes y se evidencian notoriamente en áreas como las ciencias exactas, ingenierías y computación.
Así mismo, los datos indicaron una exclusión horizontal por la baja representación del género en algunas áreas del conocimiento, y una exclusión vertical, por la sub-representación en las categorías de investigación más altas o en puestos de poder. En esto último se evidencian, por ejemplo, las barreras para la promoción laboral que impiden que mujeres muy preparadas no sean contratadas o sean mal contratadas a causa de los sesgos de género. Adicionalmente, a esto se suma su baja presencia en el sector empresarial. Al respecto, Mateo Grazzi, Especialista en la División de Competitividad e Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo, señaló como esta situación genera costos económicos para un país y asegura que las empresas que tienen mayor equidad de género tienen mejores resultados; de igual manera, si los países le apuntan a la paridad en altos grados académicos, la producción científica aumentaría.
Ante la situación presentada, los participantes resaltaron la importancia de incorporar la perspectiva de género en las políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación o de impulsar leyes y políticas públicas sobre equidad de género que contemplan instrumentos de la CTI; destacaron acciones efectivas a desarrollar a corto y mediano plazo como la divulgación de los casos de mujeres investigadoras para impulsar la vocación científica en niñas y jóvenes, la visibilización de experiencias desde la academia y la sociedad civil y medidas como convocatorias, instrumentos o conmemoraciones dirigidas a impulsar la inclusión de la mujer científica e investigadora.
Todo lo anterior, debe ir de la mano de diagnósticos apropiados para la elaboración de instrumentos que apunten a las necesidades identificadas, bajo un enfoque de derechos humanos y que además sirvan para sensibilizar a los hacedores de política pública y replicar las buenas prácticas.
Para Colciencias, la generación de espacios como este, en donde el conocimiento y la experiencia son protagonistas, sirven para reafirmar que la equidad en la investigación es necesaria no solo por una cuestión de justicia y de dignidad humana, sino también porque es más eficiente en términos económicos, mejora la calidad de las investigaciones y el desempeño de los sistemas de ciencia, tecnología e innovación y en consecuencia es una oportunidad para avanzar hacia el desarrollo sostenible.
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